Me faltan siempre palabras para definir el encanto y fascinación que suscita en mi Finca Cortesin. Lujo sincero, imponente situación, esplendor de plantas, colores y aromas, mar y montaña y los mas importante, la dedicación y educación de los que componen el Hotel.
Doy las gracias al director René por dedicarme un ratito de su ocupado tiempo y la divertida conversación, a Rafa por recibirme siempre con una sonrisa y por supuesto a los que acudieron a la cata-degustación de Kabuki Raw, a todos y cada uno de ellos por estar tan interesados y querer seguir aprendiendo, siendo Valentina y Juan Manuel los que hicieron posible este encuentro.
Una degustación fantástica, donde no faltaron las opiniones, los gustos, nueva información y las risas. Descubrimos nuevas sensaciones sensoriales según degustábamos los nuevos tés e inventábamos nuevos cocteles con sake….interesantes, muy interesantes.
Siempre perfecto bajar a ver Finca Cortesin. Silencio, claridad y elegancia. Bienestar en estado puro. Tranquilidad de mente y cuerpo. Es una realidad.
Cata en Kabuki Raw
